viernes, 9 de julio de 2010

Adios a un Comapñero

Hasta siempre, compañero Héctor Manzini

Desde la Convicción Peronista, expresamos nuestras condolencias y participamos con profundo pesar del fallecimiento del compañero Héctor Manzini y acompañamos a sus allegados en su dolor.

Partido Justicialista
Venado Tuerto


ALBOROTO

En el ámbito de la política, siempre decimos, si querés pasarla entretenida, tenés que estar dentro del peronismo, pero en el verdadero, donde se juntan todos los personajes que tienen la camiseta pegada a la piel por puro fanatismo, allí se pelean posiciones encontradas, tan ciertas unas como otras, donde no te discuten tu autenticidad pero si tu cordura, es donde las ocurrencias apasionadas se transforman en comedias humorísticas y descabelladas, es donde no te aburrirás, donde la pose no vale de mucho, salvo para dar risa.
El 8 de julio de 2010, se retiró del terreno político peronista, Héctor Manzini, no por voluntad propia, sí por decisión del más allá, única manera que el conocido “carpincho”, dejara de blandir su dedo índice, a manera de espada al tiempo que se ponía en posición de ataque, se le paraban los pelos –que siempre estaban cortos- y tomaba un color “tomate” al tiempo que descerrajaba una cantidad de datos históricos, apelotonados, que parecían tener un peso especifico que te tumbaban hacia atrás en la silla; era una ametralladora de información imposible de contrarrestar, y no te acogotaba, nada más, porque, por sus brazos cortos no te alcanzaba. La explosión de Héctor, desparramaba la mesa donde habitualmente se juntaba con otros que no tenían su misma tendencia política, y donde alguno por diversión le metía “púa” y después debía aguantar la arremetida, porque para Manzini, nunca, de ninguna manera, el trato del tema peronista, se debía tocar livianamente, si te metías debía ser a cara de perro, así lo vivía, y así fue hasta el final.
Su madre, había sido la encargada de recibir –o hacer, ella misma- los pedidos para Evita de máquinas de coser, colchones, camas, frazadas y sábanas, medicamentos, estudios de análisis, radiografías, o la visita a especialistas de nivel nacional e intencional y si era necesario, internaciones en Capital Federal; la lista de solicitudes también incluían viviendas; camiones y tornos; a la vuelta de correo, se encargaba de hacerlos llegar a los más humildes las respuestas, siempre fueron positivas, creció en barrio –en aquellos años, marginal- y en tiempo de felicidad, donde todo era posible; él mismo como sus hermanos, lograron estudios universitarios, gracias al gobierno de Perón y Evita, ¿Qué menos podría hacer a favor del peronismo, que defenderlo con furia?; fue un agradecido a quiénes le dieron prosperidad, allí se veía su honestidad ideológica –algo que escasea en estos tiempos-
Es memorable aquella historia, donde con “Chito” se peleaban para demostrar quién era más peronista. Hoy después de tantos años, me doy cuenta de cuanta grandeza se demostró por aquellos peleadores. Por un lado la familia Sava y por el otro “el carpincho”. Los hermanos Sava, tienen en su pasado, nada menos que la toma de un regimiento –el 11 de Infantería de Rosario- en busca del retorno de Perón. Manzini proponía otro estilo, más ideológico. ¡Que lejos están los que hoy se creen con derechos dentro del peronismo Venadense ¡éstos, que al primer cohete, se enterrarían debajo de la cama! aunque no sea la propia. En esos lejanos años, se peleaban para demostrar quién era más leal a la doctrina y al peronismo, ¿¿¿¡¡¡igual que ahora!!!???
Me imagino el alboroto en el más allá. Perón y Evita tratando de impedir otra pelea de “Chito” y “Carpincho” que se trenzarán por demostrar cuanta lealtad, cuanto amor tienen por los creadores de la felicidad de los argentinos.

Agrupación Arturo Jauretche